1. Antecedentes normativos y posicionamientos institucionales proteccionistas

En 2013, el Centro de Respuestas a Incidentes Cibernéticos (CERT-PY), dependiente de la Secretaria Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación (SENATICs), publica una relación de Consejos para jóvenes, adultos y padres, relativos al Sexting, que recoge “el enfoque de precaución” del Informe Stewart (2000) encargado por el gobierno británico (donde aconseja “que los menores sólo usen los móviles para situaciones de emergencia” dado que “las consecuencias de las ondas producidas por los teléfonos móviles afectan especialmente a los cerebros aún en desarrollo de los niños y adolescentes y que las consecuencias a largo plazo podrían ser graves”) y del llamamiento de la Resolución 1815 del Consejo de Europa (2011), “que urge a las administraciones públicas a aplicar el Principio de Precaución y la protección de la salud pública, recomendando informar a los más jóvenes sobre las consecuencias del uso indiscriminado de los teléfonos móviles y otros dispositivos emisores de microondas” y «adoptar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, y en especial la exposición de los niños y jóvenes que al parecer corren el mayor riesgo de tumores de la cabeza», al tiempo que “advierte de los riesgos de otras tecnologías como los teléfonos fijos inalámbricos DECT, las conexiones Wifi, WiMax y WILAN”.
El CERT-PY, incide en que “el móvil no es un juguete: es un potente generador de microondas que nuestros hijos utilizan durante horas a muy pocos milímetros de su cerebro y cuyos efectos a largo plazo sobre su salud aún no son conocidos, aunque un nuevo estudio internacional parece confirmar la relación con el cáncer”. Llama a padres y educadores a poner “un límite de uso” e informa de que “cuanto menos se usen, menor riesgo; y cuanto más alejado esté el teléfono de la cabeza (manos libres, p.ej.), menor radiación llegará al cerebro. El usarlo cuando hay poca cobertura también implica mayor riesgo, al obligar al terminal a emitir con más potencia. Por supuesto, un SMS implica menor radiación que una conversación, porque no se aplica el teléfono a la oreja ni se emiten durante más que unos breves segundos”.
– Numerosas comunas (ayuntamientos) prohibieron la instalación de antenas de telefonía móvil por no aplicar el principio de precaución ante la exposición a las radiofrecuencias que emiten, denunciadas por pataformas vecinales.





















