Mi experiencia como docente (30 años desde que aterrizaron los primeros PCs en la escuela) es que el uso de dispositivos TIC (tablets, PCs y otros interactivos) producen claramente un efecto negativo en la concentración. La concentración es la base de la reflexión, la interiorización, el razonamiento y la construcción de nuevos aprendizajes. Las pantallas son atrayentes para los alumnos/as porque proporcionan estímulos sensoriales interactivos sin apenas esfuerzo intelectual, y ello se conceptúa, erróneamente, como «motivación», «atención», «aprendizaje individualizado», etc. Para algunos docentes compañeros míos, puede resultar fascinante una creación realizada por un programa a instancias de un menor, pero en ningún caso hay una reflexión pedagógica sobre qué se ha construido en el alumno.
Estimo que no hay ninguna necesidad ni justificación pedagógica para utilizar material digital, cuando por otros medios vivenciales y de interacción con la realidad, se construyen aprendizajes más sólidos, significativos y permanentes, así como las bases para que los alumnos/as puedan ser competentes en cualquier campo, cuando sean jóvenes o accedan al mundo laboral.
Soy testigo de cómo la inversión económica en parafernalia digital es escandalosa, absolutamente desproporcionada con respecto a las perspectivas de beneficios (que no «beneficios» en sí, pues ni los hay ni se han demostrado). El plan cuatrienal de la Comunidad de Madrid para estos años, en inversiones digitales, supone unos 179.000€ por Centro (público). ¿Saben Uds. lo que seríamos capaces de hacer en un colegio con ese dinero?: acondicionar salas para teatro, danza, música; emisora de radio escolar; columpios de calidad para Infantil; naturalización de los patios, laboratorios en condiciones, multiplicar las extraescolares… Recientemente se han «renovado» las pantallas digitales en todas las escuelas del país, tirando a la basura, literalmente, las que se instalaron hace pocos años. Suma y sigue.
Sobre el mito de la información, decir que los alumnos/as de la enseñanza obligatoria no necesitan tener la posibilidad de acceder a cientos de millones de páginas web para llegar a la competencia informativa. Lo que requieren a esta edad es a entender un texto, interpretarlo, contrastarlo con sus ideas y experiencias, comprender cuál es la idea principal y cuáles las suplementarias, etc. No es la cantidad de información la que da valor al proceso educativo en la escuela, sino cómo se enseña a entenderla y a hacerla útil. Para ello solo necesito un texto, no una red mundial de dispositivos interconectados.
Los dictámenes europeos de personas expertas (Suecia, Francia y España) apuntan con claridad a que hay que reformular el papel de las TIC en las escuelas. Los alumnos/as tienen que aprender SOBRE las TIC, no A TRAVÉS DE las TIC. No se puede objetar que un niño o adolescente aprenda qué es un correo electrónico y cómo se envía, o que un escrito digital se puede archivar en carpetas, pero no tiene ninguna necesidad de trabajar con correos electrónicos o archivar documentos para aprender, en estas edades de aprendizajes básicos. Esas necesidades las ha impuesto la industria TIC y han adoptado su discurso un sector de la administración, supuestos expert@s adictos a las pantallas o profesionales interesados, que no saben cómo es un niño, ni cómo aprende ni qué debe aprender para ser un adulto competente.
El que los alumnos/as menores de edad utilicen dispositivos digitales como material didáctico, no garantiza la competencia digital que requerirán cuando sean jóvenes o accedan al mundo laboral. Estas competencias las adquirirán rápidamente en su momento, con entornos cada vez más intuitivos, e incluso mediados por la inteligencia artificial. En la niñez y adolescencia, los docentes facilitamos la construcción progresiva del armazón cognitivo, que lleva su tiempo perfilar y consolidar (no a golpe de «click»). Es la labor urgente de la escuela.
No es cierto que en la escuela «hay tiempo para todo»: el tiempo y esfuerzo que utilizan alumnado y profesorado en el uso irrelevante de las TIC, se resta del tiempo limitado del que disponemos para los aprendizajes verdaderamente significativos, tiempo que siempre resulta insuficiente.
En concreto, como docente creo imprescindible desestimar el uso de dispositivos digitales individuales en las aulas de Infantil y Primaria, y limitarlo en Secundaria a la muestra y conocimiento de cómo funcionan ciertas herramientas digitales, quizá en una asignatura, espacio y/o tiempo específico, circunscrito a 1 hora a la semana hasta 3º de ESO y a 2 horas semanales en 4º de ESO y Bachillerato. Mi experiencia, la experiencia de mis compañeros/as y las evidencias científicas, indican que una mayor frecuencia detrae tiempo, esfuerzo, concentración y recursos de lo que es verdaderamente importante y urgente en la enseñanza básica obligatoria.
Por último, creo que, a la vista de lo que ahora mismo se sabe sobre los efectos negativos de las TIC sobre los aprendizajes, hay que reformular el concepto de competencia digital, enfocándolo hacia el conocimiento del mundo digital, sus beneficios, utilidades, riesgos e impacto medioambiental. La LOMLOE no establece que los niños/as y adolescentes deban utilizar dispositivos digitales como medio didáctico de trabajo, sino que se conozca su uso, utilidades, riesgos, etc. Las disposiciones contenidas en la LOMLOE, con relación a la competencia digital se pueden interpretar, con el fin de no incumplir la norma hasta que una nueva Ley modifique el enfoque actual:
- a) Ni en Infantil y en 1er. Ciclo de Primaria es imprescindible en uso de pantallas, pues en la ley se da la opción «analógica» en los criterios de evaluación.
- b) En 2º y 3er Ciclos de Primaria, se puede circunscribir al conocimiento del funcionamiento de herramientas digitales (procesadores de texto, archivo, edición de fotos…) en los cursos 4º y 6º, en sesiones limitadas, en PCs del centro y a desarrolladas a final de curso.
- c) En Secundaria, el uso de TIC se puede circunscribir a la materia de tecnología, en tiempos específicos durante la semana, sin necesidad de uso de pantallas durante el resto de la jornada escolar. Tenemos que recordar que los perfiles de salida que establece la ley (lo que los alumnos/as deben haber aprendido al final de la etapa obligatoria) se pueden trabajar solo en los últimos cursos.
♦ Alegaciones presentadas en diciembre de 2024 por Javier Zarzuela Aragón, coordinador de la campaña «Escuela saludable» de Ecologistas en Acción en la Comunidad de Madrid, al Proyecto de decreto del Consejo de Gobierno por el que se regula y limita el uso de dispositivos digitales en los centros educativos sostenidos con fondos públicos de la Comunidad de Madrid: https://participa.comunidad.madrid/comment/2352#comment-2352