Desde 2002, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA / EEA) defiende activamente la aplicación del principio de precaución en el ámbito de los campos electromagnéticos, tanto en sus publicaciones y estudios, como en los distintos foros y comisiones de trabajo, como las Parlamento europeo o de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Repasamos abajo algunos de los documentos claves:
1.- En 2002, un informe conjunto de la AEMA y la Oficina Regional de la OMS para Europa, «Salud infantil y medio ambiente: una revisión de la evidencia«, recomienda reducir la exposición a Radiofrecuencias (RF) a los niños: “Debido a que hay sugerencias de que la exposición a las radiofrecuencias puede ser más peligrosa para el feto y el niño debido a su mayor susceptibilidad, la evitación prudente es un método para mantener la exposición de los niños lo más baja posible” (ver página 184).
2.- La AEMA lanza en 2007 un aviso “El riesgo de radiación de los dispositivos de uso cotidiano evaluados”, que reconoce el Informe BioInitiative, como una alerta temprana de las “amenazas verosímiles y potencialmente graves para la salud” de los campos electromagnéticos, y llama a aplicar el principio de precaución con “medidas apropiadas y proporcionadas” que los eviten, considerando que las “pruebas actuales, aunque limitadas, son suficientemente sólidas para poner en entredicho la base científica de los límites actuales de exposición a los CEM”.
El riesgo de radiación de los dispositivos de uso cotidiano evaluados.AEMA,17 de septiembre de 2007(original en: www.eea.europa.eu/highlights/radiation-risk-from-everyday-devices-assessed )Un nuevo informe, que recoge los temores referidos a los efectos de los campos electromagnéticos (CEM) sobre la salud humana; apela a normas de seguridad más severas para controlar las radiaciones de los teléfonos móviles, de las líneas eléctricas y de las otras numerosas fuentes de exposición en la vida diaria. El «Informe Bio-Initiaciativa: Una justificación para normas públicas de exposición a los campos electromagnéticos basadas en los aspectos biológicos» (**) se recopiló por el Grupo de Trabajo Bio-Iniciativa, un grupo internacional de científicos, investigadores y profesionales de políticas de Salud Pública. La AEMA -Agencia Europea de Medio Ambiente- contribuyó a este nuevo informe con un capítulo extraído del estudio de la AEMA, “Lecciones tardías de alertas tempranas: el principio de precaución 1896-2000”. El estudio de la AEMA examina los antecedentes de una selección de riesgos públicos y medioambientales, como los del amianto, el benceno y los PCB, desde las primeras detecciones precoces basadas en la ciencia con respecto a molestias potenciales, hasta las medidas de precaución y prevención que se adoptaron. Los estudios de casos sobre el tabaquismo y el plomo en la gasolina están en elaboración. Aunque la AEMA no tenga experiencia específica sobre los CEM, los estudios de casos de riesgos públicos analizados en “Lecciones tardías de alertas tempranas: el principio de precaución 1896-2000” ponen de manifiesto que las exposiciones nocivas podrían extenderse antes de que existan evidencias “categóricas” por las exposiciones a largo plazo, así como de una comprensión biológica del daño que puedan causar. «Existen numerosos ejemplos en el pasado que por no utilizar el principio de precaución, condujeron a serios perjuicios, y a menudo irreversibles, sobre la salud y sobre el medio ambiente. Adoptar ahora medidas apropiadas y proporcionadas para evitar las amenazas verosímiles y potencialmente graves para la salud derivadas de los campos electromagnéticos se consideraría posiblemente como prudente y sabio desde perspectivas futuras. Debemos recordar que la precaución es uno de los principios de la política medioambiental de la Unión Europea», señala la profesora Jacqueline McGlade, directora ejecutiva de la AEMA. Según el Grupo de Trabajo Bio-Iniciativa, las pruebas actuales, aunque limitadas, son suficientemente sólidas para poner en entredicho la base científica de los límites actuales de exposición a los CEM. * “BioInitiative Report: A Rationale for a Biologically-based Public Exposure Standard for Electromagnetic Fields (ELF and RF)”. http://www.bioinitiative.org/ |
3.- En esta línea la AEMA participa en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo (2008-2009) y en la Comisión de Medio Ambiente Agricultura y Asuntos Territoriales de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (2011), como queda reflejado en el punto B-21 de su informe sobre campos electromagnéticos: “El representante autorizado por la Agencia Europea de Medio Ambiente en Copenhague, organismo oficial consultivo de la Unión Europea, destacó la importancia del principio de precaución, consagrado en los tratados de la UE y concluyó la necesidad de medidas preventivas eficaces para proteger la salud humana y así evitar “affaires” o escándalos empresariales como las dolorosas crisis de salud del amianto, del tabaco, del plomo, de los PCB (bifenilos policlorados) y otros. Analizó de forma convincente los métodos científicos de evaluación en curso y los diferentes niveles de evidencia para concluir que los índices o niveles de pruebas eran actualmente suficientes para reclamar la actuación de los gobiernos y organismos internacionales, sobre la base del informe científico «BioInitiative» y de otros estudios más recientes del Instituto Ramazzini de Bolonia”
4.- Desde 2009 (2011, enero y octubre de 2013) la AEMA propuso en diferentes foros y publicaciones una serie de Recomendaciones basadas en la evidencia actual sobre la telefonía móvil:
“La evidencia es ahora lo suficientemente fuerte, utilizando el principio de precaución, para justificar los siguientes pasos:
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5.- En enero de 2013, en la publicación del Volumen 2 de «Lecciones tardías de alertas tempranas”, la AEMA, incluye como problema emergente las radiofrecuencias de la telefonía móvil en su capítulo 21 (ver resumen de la AEMA y breve artículo publicado en noviembre de 2013 en su web), donde realiza un análisis riguroso y pormenorizado del conocimiento y el debate en este ámbito, llamando a actuar ya en base a las Recomendaciones de la AEMA de 2009, arriba expuestas.
“Una razón por la cual los científicos no están de acuerdo es porque aún no se conocen los mecanismos por los cuales las radiaciones de los teléfonos móviles podrían causar cáncer. Sin embargo, esperar ese conocimiento podría tomar décadas: los mecanismos biológicos que conectan el humo del tabaco y el cáncer aún no se comprenden por completo, unos 60 años después de que los primeros estudios publicados vinculasen el tabaquismo y el cáncer de pulmón…
… No obstante, hay algunos ejemplos de investigación científicamente rigurosa que ya indican un riesgo de los teléfonos móviles. Como la AEMA ha señalado a menudo, las advertencias tempranas potenciales como estas no deben ignorarse, especialmente teniendo en cuenta la naturaleza grave e irreversible de los efectos del cáncer y la gran cantidad de personas expuestas, que incluye grupos vulnerables como los niños”
“Debido a que la evidencia sobre los teléfonos móviles y el cáncer presenta una imagen mixta, la AEMA recomienda utilizar el principio de precaución, como se recomienda en el Tratado de la UE, para gestionar mejor el riesgo”, ya que dicho principio “justifica las acciones de política pública en situaciones de complejidad científica, incertidumbre e ignorancia, donde puede haber necesidad de evitar o reducir las amenazas potencialmente graves o irreversibles para la salud y el medio ambiente, utilizando una fuerza científica adecuada, teniendo en cuenta los pros y contras de la acción y la inacción”.
“Hay suficientes pruebas de riesgo para aconsejar a las personas, especialmente a los niños, que no se pongan el teléfono en la cabeza…” y a los gobiernos a que etiqueten “los dispositivos móviles como un «posible carcinógeno», en línea con la decisión del IARC. Además, se necesita más investigación independiente. El costo de estas medidas es muy bajo, pero los costos potenciales de la inacción pueden ser muy altos”.
“La reducción de las exposiciones también puede ayudar a reducir los otros posibles daños no tratados en este estudio monográfico”.
En los capítulos 7 (sobre la manipulación de la investigación por parte de la industria del tabaco) y la Parte E (sobre las Implicaciones para la ciencia y el gobierno), del volumen II de este monográfico de la Agencia Europea de Medio Ambiente, explica incisivamente los impedimentos para aplicar el Principio de Precaución ante las alertas tempranas en los problemas emergentes (como la contaminación electromagnética), cuando analiza en detalle el modelo de acción empresarial que sigue y perfecciona la estrategia de la industria tabacalera para retrasar lo más posible las regulaciones de protección de la salud en los ámbitos científico, comunicacional, y político, desde el cabildeo de las instituciones, la promoción de estudios de investigación diseñados por la industria, la implementación en el campo científico y público del criterio de que la “buena ciencia” solo puede hablar de «certeza causal» para justificar una acción política, la fabricación permanente de la duda (estigmatización pública de los defensores del principio de precaución), etc.
6.- En 2015, en su Informe de síntesis “Medio Ambiente en Europa. Estado y perspectivas 2015” la AEMA concluye que “es necesario adaptar los sistemas de gestión del riesgo a los problemas medioambientales y sanitarios emergentes, ligados, en su mayoría, a cambios en el estilo de vida, al ritmo acelerado del cambio medioambiental global y al desarrollo tecnológico”. Alerta sobre una aceleración del desarrollo tecnológico en los últimos años, exponiendo a la población “a la rápida implantación de una serie de sustancias y factores físicos [incluidos los campos electromagnéticos -ver figura 5.4-] cuyos efectos para la salud y el medio ambiente se desconocen casi por completo”. Apuesta por “mecanismos de supervisión basados en el principio de precaución” para “anticipar y gestionar los problemas y las oportunidades que se puedan presentar, así como reaccionar con rapidez ante nuevos hallazgos y circunstancias”. “Aunque se requiere mucha más información sobre la materia, en muchos casos está justificado tomar medidas políticas cautelares”.
Ver vídeo “Argumentos y estrategias de la industria para evitar la aplicación del Principio de Precaución” (2015). David Gee, consejero Senior de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Investigador asociado, Institute of Environment, Health and Societies, Brunel University:
Vídeo presentado en la Jornada ¿Hacia un reconocimiento Integral de la Electrohipersensibilidad (EHS) en Europa? ¿La escuela, cantera de EHS? (26.06.2015, Sede del Parlamento Europeo en Madrid)