Lema con el que iniciamos un nuevo frente de intervención en el ámbito escolar, atendiendo al proceso de hiperdigitalización que va impregnando todos los ámbitos de vida, en el contexto de emergencia planetaria en el que vivimos.
La actual 4ª revolución industrial, se publicita, a modo de espejismo, como “verde y digital”, inocua, inmaterial y sostenible. Esta campaña escolar responde a las problemáticas de contaminación electromagnética de los sistemas inalámbricos en las aulas (conectados a un WiFi industrial de alta capacidad), y a las de la contaminación digital con sus profundas huellas ambientales (energética y climática, y las derivadas del extractivismo minero y la basura tecnológica), así como de sus estrategias asociadas (dependencia tecnológica, obsolescencia, hiperconsumismo, control social…).
Este proyecto, abierto a la participación de los agentes implicados (madres y padres, profesorado, alumnado) en todas las etapas educativas (de la educación infantil a la enseñanza superior), se asienta en las numerosas alertas, recomendaciones y normas bio-sostenibles del ámbito científico, profesional e institucional.
La campaña escolar, centrada en los entornos digitales, tiene un DOBLE OBJETIVO, garantizar entornos saludables y educar para adquirir hábitos ecosociales:
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Entornos educativos salidables y biocompatibles, es deccir dicir, libres de contaminación electromagnética y, en caso de herramientas digitales garantizar su uso sobrio, ergonómico y ponderado, atendiendo, en todo caso, a las necesidades madurativas y primando las interrelaciones entre el alumnado, y entre este y su entorno.
Las recomendaciones de la Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, inciden especialmente en minimizar la exposición a radiofrecuencias en la población infantojuvenil, y son generalmente asumidas por más de 60 organizaciones y paneles profesionales de la salud de todo el mundo (integradas por más de medio millón de profesionales), y parcialmente aplicadas y divulgadas por ministerios y agencias en más de 20 estados. Tal y como aconsejan las opciones del estudio bibliográfico sobre el “impacto en la salud del 5G” (2021) del panel STOA del Parlamento Europeo.
Recomendaciones fáciles de aplicar como la conexión a internet por cable en las aulas (biocompatible, más rápido, eficaz y seguro que el Wi-Fi). Las Normas de higiene y requisitos del entorno educativo digital de la Federación Rusa y de la educación a distancia de 2020, (aprobadas por el Ministerio de Salud, la Academia de Ciencias y el Comité Nacional Ruso para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes -RNCNIRP-), inciden en no usar el Wi-Fi en preescolar, ni en la enseñanza primaria (como se reconoce por ley en Francia, Chipre y la Polinesia francesa en edad preescolar y restringiendo su uso en primaria).
Cuando no se pueda cablear, la Oficina Federal alemana de Protección contra la Radiación aconseja alejar los puntos de acceso Wi-Fi de los espacios y lugares de permanencia, y las Normas de la Federación Rusa aconsejan, en dichos casos, una distancia de al menos 5 m.
Solicitamos, regular el tiempo y forma de uso de pantallas (demandado por las asociaciones de pediatría de EEUU, Italia, Canadá, España… o la propia OMS y agencias de salud), así como atender a las etapas de desarrollo, primando la interrelación no digital en el aula entre profesorado y alumnado y entre el alumnado entre sí.
Reconocemos el consenso profesional e institucional cada vez mayor sobre las alteraciones en diversos ámbitos de la salud relacionadas con el uso de pantallas, y su asociación significativa negativa entre su tiempo de uso y el bienestar psicológico infantojuvenil. M. Desmurguet (2019), Doctor en neurociencia e investigador francés del INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica), destaca que la mayor parte de los estudios solventes publicados sobre los objetivos pedagógicos cumplidos con la digitalización de la enseñanza, muestran su “ineficacia -en el mejor de los casos- o el daño pedagógico -en el peor de ellos-”.
“Entre los 0 y 6 años de edad la tecnología, generalmente, no brinda ninguna ventaja adicional al desarrollo de niños y niñas. Por el contrario, su uso compite con experiencias que son útiles y enriquecedoras para el crecimiento. Es el contexto real el que tiene que entretener, calmar y estimular a niños y niñas a esta edad, no la tecnología” (UNICEF, 2020).
Las Pedagogías Activas invitan a evitar la tecnología digital en edad preescolar, hasta bien avanzada la Primaria (Método Montessori) o la Secundaria (Método Waldorf, método elegido para sus hijas e hijos por representantes de las tecnologías digitales, como los de Silicon Valley). M. Desmurguet (2019), aconseja no iniciar el uso de pantallas antes de 6 años, y después, no superar de 1/2 a 1 hora al día.
Expertos en riesgos laborales critican la falta criterios ergonómicos individualizados en las aulas (dispositivo, puesto, iluminación, adecuación de edad y contexto), y la ausencia de un programa de ejercicios de desconexión digital (prevención del estrés, fatiga visual, problemas osteomusculares…), como en las normas rusas.
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La escuela como educadora socio-ambiental y para la salud en el ámbito digital, para aprender prácticas y hábitos de uso autorregulado, sobrio, biocompatible, decrecentista, anticonsumista, ético y crítico; que elimine/minimice la exposición a la radiación electromagnética de los dispositivos inalámbricos, así como los impactos en la salud y socio-ambientales implicados en los usos digitales.
Realización de campañas educativas e informativas sobre los riesgos potenciales del uso precoz, indiscriminado y prolongado de los dispositivos inalámbricos, siguiendo los criterios de la Resolución 1815 de la APCE, para aprender estrategias que eliminen/reduzcan la exposición a la radiación electromagnética y sus riesgos asociados, e incorporarlos en los hábitos de vida en general. Recomendaciones ya desarrolladas por Instituciones públicas, paneles científicos, asociaciones médicas, etc.
Incluir en estas campañas como eliminar y/o minimizar los impactos socio-ambientales implicados en los usos digitales, alertados por instituciones como el Alto Consejo francés por el Clima o la Convención Ciudadana francesa por el Clima, el “France Stratégie” del Gabinete del Primer Ministro francés, o The Shift Project, así como distintos llamamientos científicos (ej. CIPRACEM) y académicos (ej. Instituto Rousseau). Francia ya está tramitando en su Asamblea Nacional (junio 2021) una Ley para reducir “la huella ambiental digital”, sensibilizando en las aulas “sobre el impacto medioambiental de las herramientas digitales” y “la sobriedad digital”.
Se plantea complementar el «Currículo para una educación ecosocial frente a la emergencia climática», elaborado por Teachers for future, con estrategias de sobriedad digital, como las de “The Shift Project, en la búsqueda de habilidades individuales y colectivas sostenibles de compra y consumo de objetos y servicios digitales, para contrarrestar los CONTRAVALORES DE LA HIPERDIGITALIZACIÓN (hiperconsumismo, dependencia tecnológica, crecimiento infinito, aceptación del control social…).
Julio Carmona Barros. Área de digitalización y contaminación electromagnética de Ecologistas en Acción.
Mas información en: https://escuelasaludable.org/?p=379
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